Porque yo lo valgo

¡Joder! Ya estamos con la misma historia de siempre. Estoy harta de besar sapos. No sé por qué creí que tú eras diferente. Me deje llevar por el momento y por aquello que habías empezado a hacerme sentir. Aún sabiendo que una de mis mejores amigas estaba enamorada de ti. Nunca debimos estar juntos. Pues, ¿qué hemos conseguido? Distanciarnos y un corazón roto, y no precisamente el tuyo. ¿Por qué empezaste aquel tonteo? ¿A que viene esa frase de contigo al fin del mundo? Me dejé llevar por tu físico y por la manera en que me tratabas. Fui demasiado superficial. Soy demasiado superficial todavía. Y es que creo que poco a poco estoy empezando a sentir, sin olvidar al chico del que sigo enamorada. Me encantó aquello que hacíamos juntos, aquella tarde en la piscina. Pero nunca pensé que lo hacías con todas, que decías lo mismo a todas las chicas, fuera quien fuera. Cuando me enteré me sentí la persona más tonta del mundo, la más imbécil, la más gilipollas. Había vuelto a creer que todavía podía volver a enamorarme. Pero, precisamente de ti. Ahora no paro de pensar en ti, en él. Entre los dos habéis conseguido que no crea en nada. Que no crea en el amor. Me habéis hecho fuerte pero a la vez ínsensible. Y sabéis que: encontraré a alguien que sí me sepa valorar-